Actualizado: 27 de nov de 2020
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El intercambio de archivos (filesharing) es la entrega directa de archivos entre usuarios de internet con la ayuda de un programa contectado a una red de intercambio. Esto pasa por ejemplo cuando se descarga una película. De este modo, se suelen intercambiar películas y música protegidas por licencias y derechos de autor. En Alemania se persigue este intercambio, no como en otros países como España por ejemplo.
Pero no suele ser la policía la que persigue estas violaciones contra licencias y derechos de autor. Son los abogados de los titulares de estos derechos de autor quienes persiguen judicialmente a los que intercambian archivos con este contenido protegido.
Estos abogados especializados disponen de programas que rastrean la red para averiguar las direcciones IP de aquellos internautas que utilizan programas como Emule por ejemplo. Luego solicitan judicialmente para que la compañía telefónica informe sobre los datos personales del titular de esa dirección IP con su correspondiente dirección.
Con la información así obtenida esos abogados envían requerimientos a los internautas “cazados”. Estos requerimiento se llaman “Abmahnung” en alemán. Con ellos los abogados reclaman al titular de la IP que cese de forma definitiva en el intercambio de archivos bajo amenaza de reclamar indemnizaciones altas en caso de volver a ese intercambio. Y también incluyen los gastos de reclamación (honorarios de abogados y de averiguación de la IP) y una indemnización por haber violado licencias y/o derechos de autor.
Pues que el titular de la IP no haya sido el responsable del intercambio de archivos, sino alguien que haya utilizado su conexión a internet. Entonces el titular de la conexión responderá por no haber evitado este intercambio. No conviene por lo tanto que nadie utilice tu conexión a internet. Esta circunstancia ha impedido hasta la fecha el desarrollo masivo de una red de wifi en zonas públicas como en parques, en bares y restaurantes.
En cuanto al streaming de películas y de música hay que decir que no supone ningún intercambio de archivos. Por ello los usuarios de estos servicios estaba a salvo de los requerimientos de los abogados de las compañías de cine y de música. Se consideraba que no había ninguna violación de derechos de autor.
Pero muy recientemente el Tribunal Europeo de Justica dictó una sentencia, en la que declaraba que el streaming también constituía una violación de derecho de autor. Esto significa que los abogados especializados en “Abmahnung” podrán reclamar a los usuarios de contenido streaming.
Lo más recomendable es acudir a un abogado que negociará por lo menos una rebaja de la cantidad reclamada. No conviene ni llamar por teléfono a los abogados reclamantes ni escribirles, pues así dispondrán de material para continuar el procedimiento con más pruebas.
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